¿Qué les pasa?

No sé si estoy muy sensible hoy, si la dosis de cinismo en nuestros queridos políticos se está saliendo de control o si la coyuntura electoral los tiene más nerviosos y alborotados que de costumbre. Primero, el Presidente se molestó tanto por la ausencia del Secretario de Gobernación y la de Relaciones Exteriores en la ceremonia de instalación del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad que hizo gala de su ironía: "Y aquí instruyo a los Secretarios, que están aquí presentes -y los ausentes también-, a que le busquen y garanticen que haya libre acceso a los edificios en donde ustedes, esperamos, suelen trabajar". Después, la maestra (del descaro) Elba Esther aceptó lo que Calderón negó hace unas semanas y que para todas las personas con un mínimo sentido de realidad era más que obvio: que tienen un arreglo político; sólo que ella le agregó su ya clásico bitchy-toque al decir que ni  vergüenza le da admitirlo. Finalmente, Carstens informó que los viajes para promover su candidatura al FMI los pagó Banxico, lo cual considera que está bien porque ayudaron a mejorar la presencia de México en el organismo. Después de todo esto, como que el comentario sobra, ¿no?