miércoles, 29 de octubre de 2014

Relevos

En Iguala ya hay alcalde interino. Luis Mazón asumió hoy el cargo que quedó "vacante" cuando José Luis Abarca se escapó tras ordenar la detención de los 43 normalistas cuyo paradero sigue en incógnita. Durante el mes que llevan desaparecidos, decenas de discursos sobre investigaciones transparentes, esfuerzos redoblados para encontrarlos y aplicación de la justicia hasta sus últimas consecuencias han sido pronunciados. Suena súper, casi me dan ganas de confiar en sus oradores. Pero luego veo la nota del nuevo alcalde y pienso que su apellido me suena conocido, doy click para leerla completa y ahí está: es hermano del Secretario de Salud que fue destituido hace unos días por sus nexos con el alcalde prófugo y de comprobados nexos con el narco. Así no se puede.

jueves, 23 de octubre de 2014

Lo que te acomoda

No es un secreto que todos los medios, hasta los que se dicen más independientes, tienen intereses no periodísticos que influyen en su línea; al final, también los medios son negocios. Pero, como en todo, hay niveles. Y hoy es uno de esos días en los que la alineación de los principales periódicos del país puede ser vista con total claridad. Ayer fue el Día de Acción Global por Ayotzinapa: miles de estudiantes de escuelas públicas y privadas, miembros de diversas organizaciones y por supuesto familiares de los 43 normalistas desaparecidos se manifestaron en 31 entidades de México y en decenas de ciudades internacionales de gran peso simbólico, como NY, Londres o París, para exigir justicia. Poco antes, el titular de la PGR ofreció una insulsa conferencia de prensa para informar los "avances" en la investigación, que se resumen en que ya saben quiénes fueron (ya intuíamos, ¿no? sino como por qué se habría fugado el alcalde Abarca)  pero no saben dónde encontrarlos, por lo tanto, no tienen idea de en dónde están los normalistas ni a quiénes pertenecen entonces los restos que se han encontrado en 9 fosas en Guerrero. Mientras tanto, en Michoacán, Peña Nieto tuvo una idea súper original para responder a la crisis que se emPeña en minimizar: llamó a hacer valer la ley y respetar los Derechos Humanos. Y aunque parezca increíble, El Universal decidió darle su principal a esa declaración, mientras Excélsior y Milenio privilegiaron la conferencia de Murillo; sólo Reforma y La Jornada vieron en la mega marcha civil por la justicia un hecho digno de 8 columnas. La conclusión es que de la realidad, como de la moda, lo que te acomoda.

jueves, 16 de octubre de 2014

Las palabras no alcanzan

Cuando leí "El paraguas de Wittgenstein", un cuento escrito por Oscar de la Borbolla, quedé fascinada por la forma tan simple y divertida en la que presenta la idea del "hubiera", todas las posibilidades de una situación que se resolverá -inevitablemente- en una sola. La misma intriga sentí cuando descubrí al filósofo en quien está inspirado el cuento: Ludwig Wittgenstein, un austriaco que, entre muchas otras cosas, dijo que el lenguaje jamás será suficiente para describir la complejidad de la realidad, que alcanza apenas para intentar representarla. Todo esto porque he buscado desde hace días las palabras con las que pudiera escribir aquí mi opinión/sentir sobre lo que ha ocurrido en Guerrero durante tantos años pero se ha desbordado al grado de la incredulidad en los últimos días con decenas de estudiantes secuestrados por policías de un municipio al servicio del narco, cero detenidos tras el incendio del Palacio de Gobierno, funcionarios llamando a la calma con declaraciones como 'Los de las fosas no son los normalistas' -¡¿quiénes son entonces y por qué están ahí?!-, o normalistas defendiendo su causa encapuchados. Las palabras no alcanzan y el "hubiera" no existe, pero ambos son fundamentales para comprender y aprender, acciones que en una colección de incertidumbres como ésta no son un momento de ocio filosófico, sino una necesidad y la única manera de que atrocidades semejantes puedan -"pudieran"- evitarse a toda costa en el futuro.

jueves, 9 de octubre de 2014

Temas que (a)premian

Hoy es la primera vez, después de 7 años, que no cubro el anuncio del Nobel de Literatura. Los jueves de su entrega fueron, durante cada uno de esos años, de ansiedad y poco sueño, porque el anuncio se hace como a las 6 de la mañana de México y siempre existía la "angustia" de que algún mexicano o escritor cercano al País fuera galardonado y entonces el día se volviera de una cobertura en extremo intensa, un estrés que hoy me parece tan ajeno. Este jueves me enteré del ganador hasta el medio día y porque alguien lo compartió en Facebook. Y durante un instante me sentí sorprendida por la obviedad de cómo cambia la realidad, las prioridades, el sentido de lo relevante por la actividad profesional que desempeñamos. Y recordé entonces una foto que compartió esta semana la página de Facebook Humans of New York -¡me fascina!- que pongo aquí porque estoy convencida de que hay que tomar ese tipo de breaks, de manera constante y consciente, para definir qué es real y trascendentemente importante para nosotros y qué lo es/será sólo de forma temporal.

jueves, 2 de octubre de 2014

2 de octubre, ¿no se olvida?

Mi papá estaba en Tlatelolco cuando el 2 de octubre se volvió un día que no se olvida para México. No como estudiante y tampoco como policía, sólo como alguien que visitaba a un amigo en un departamento con vista a la Plaza de las Tres Culturas. No me voy a detener en su versión, sólo diré que vio las provocaciones y respuestas de ambos bandos y que, como todos, no justifica el desmedido uso de la fuerza pero, como pocos, tampoco santifica o victimiza como inocentes a los estudiantes. Desde luego que lo sucedido esa tarde de 1968 tiene que habitar nuestra memoria y ubicarse en la conciencia como un hecho que no debe repetirse jamás, pero no veo cómo las marchas que paralizan la Ciudad cada 2 de octubre contribuyen productivamente a la causa. De hecho, sospecho que una buena parte de los manifestantes ya ni podría responder preguntas básicas del hecho por el que protestan. Mi consejo es: no marchen por convivir. Y si lo hacen, no se pongan violentos e incendien a un policía, como sucedió el año pasado. Porque es mala onda y porque le quita poder al mensaje anti-violencia que quieren mandar. A los que marchan por convicción y con conocimiento, mi admiración.