Vivir de luto

Desde que era muy chica, recuerdo a mi papá decir, desesperado, que el problema de los mexicanos es que no se respetan a sí mismos. Es fácil -y justificado- criticar la ineptitud de los gobernantes en su obligación de garantizar seguridad a la población o la ridiculez que supone creer que por condenar y lamentar en twitter el ataque que cobró la vida de más de 50 inocentes en un casino de Monterrey, los ciudadanos sentiremos empatía con ellos. ¡Por favor! No necesitamos que Poiré nos lo describa como un acto de barbarie ni que Calderón declare, un día después, tres días de luto nacional...si en él estamos desde hace años. La retórica -también la virtual que los hace sentirse modernos- está bien para los intelectuales, columnistas o la sobremesa, pero de ellos habría que exigir mucho más. El verdadero problema es que para hacerlo articuladamente se necesita una sociedad que se respete. Porque de poco sirve el asombro, el hartazgo o la condena a hechos tan desgarradoramente violentos si al otro día, el rojo del semáforo sigue sin significar alto para todos, si el pago que nos hace -afortunadamente- asalariados se transforma en actos de negligencia laboral cotidianos o si cada ley sigue siendo una oportunidad para la creativa costumbre nacional de 'darle la vuelta' y sacar ventaja.

Razones y proporciones

Hace unos días, el vocero en materia de seguridad, Alejandro Poiré, declaró en EU que el consumo de droga en México ha aumentado 'en parte' (¿cuáles son las otras partes, las omitidas?) debido a que la economía del País ha crecido. ¡Menos mal! Eso debería relajarnos muchísimo. Yo no sé si el gabinete de Calderón está compitiendo por lograr la declaración más absurda o si están elaborando una teoría elevadísima, que no alcanzo a comprender. Por ahora, sólo me queda una duda: ¿se le habrá escapado a Cordero de su listado de bienes que la familia promedio compra con 6 mil pesos la droga? ¿o esas adquisiciones aplican para otro sector de la población aún más beneficiado por el boom económico? Total, que a propósito de la balacera que obligó ayer -en un evento inaudito, lamentable y ya no tan sorprendente- a suspender el partido entre Morelia y Santos, en Torreón, me pregunto si la adquisición de armas de fuego ha aumentado por la misma razón. Habrá que esperar la lectura de Poiré, pero si es así, no hay nada que reclamar. De hecho, para dar libre flujo al auge financiero, Calderón debería reconsiderar su estrategia de una vez. ¿Suena lógico?

Bomba de tiempo

Yo estudié en el Tec CEM, pero esa no es la razón por la que me indigna e inquieta el envío de un paquete explosivo a un profesor del campus. De hecho, no es la explosión en sí lo que más lamento, sino algunas de las reacciones que he leído al respecto, como burlas que caricaturizan el incidente o comentarios que revelan una satisfacción resentida por que pase algo así en una 'escuela de élite'. Y entonces concluyo, con tristeza, que el verdadero atentado al que estamos expuestos es la desunión provocada por la ceguera, por no querer entender y aceptar que ante la amenaza creciente de la violencia -casera u organizada- todos somos igualmente vulnerables. Mientras, que sigan con calma las mesas de diálogo sobre seguridad.

¿Diálogo o show?

Siento que ya no me cae bien Javier Sicilia. No es que dude de la autenticidad de su dolor, simplemente me parece que ha perdido el control de sus causas o se ha dejado influenciar de más por quienes están ansiosos de usar a personajes como él para hacerse visibles políticamente, o un poco de ambos. Lo que sí me queda claro es que la disculpa que ofreció ayer a los migrantes centroamericanos 'en nombre de lo mejor de este País' -categoría en la que no sé cuándo o bajo qué criterios se incluyó a él mismo- porque los hemos tratado mal, está fuera de lugar por sí misma. Pero combinada con el argumento: 'A la chingada los procedimientos burocráticos que van en contra de los seres humanos', ya parece muletilla ideológica. Pienso que el 'a-la-chingadismo' que lo hizo popular al principio de su lucha ha quedado más que rebasado. Hoy, desde la posición privilegiada que tiene -todavía- sería más útil para la solución real de problemas nacionales dejar a un lado al 'personaje visceral del pueblo' y entablar un diálogo que persiga algo más que rating...en cierta forma, la idea se parece al reclamo que hace él a los políticos, ¿no?

All you need is... ¿love?

Me pregunto si existe alguien que, ubicando mínimamente a Ebrard, pueda creer que tiene una relación de pareja con la ex embajadora hondureña que lo acompaña en la portada que aporta 'niceness' a este post. De verdad, la superficialidad que caracteriza este tipo de fotografías sólo puede ser superada por la desesperación que revela del Jefe de Gobierno. O sea, sí, sabemos que quiere ser Presidente y, en su imaginación, para lograrlo sólo tiene que demostrar que es capaz de hacer y tener lo mismo que quien parece invencible. Y bueno, lo del segundo piso no va tan mal (si olvidamos que se le cayeron tres trabes), pero a lo de la novia falsa-bonita como que algo le falta. Creo que si vas a jugar esa carta, al menos lo haces con alguien que te aporte carisma...vaya, La Gaviota ya era ubicada y querida por el mismo segmento que considera que el gobernador del Edomex es guapo y por eso sería un buen Presidente. Así que mi consejo es que en lugar de imitar, Marcelo tendría que encontrar lo que podría hacerlo atractivo para los votantes...y sospecho que eso, está lejos de tener la pareja 'ideal'.