martes, 7 de septiembre de 2010

De mal en peor

Hay muchas cosas que ocurren por causas que exceden nuestro control o por falta de previsión y ante las cuales lo mejor que podemos hacer es reaccionar de manera rápida y eficiente. Por ejemplo, que se haya abierto un socavón frente al 223 de Ejército Nacional. Pero hay otras que no pueden ser atribuidas más que a un grado increíble de descuido (uso esta frase como eufemismo porque no me gusta decir groserías y menos escribirlas), como que el operador del trascabo que realizaba labores de reparación en la zona del hundimiento haya abandonado la máquina en la madrugada y además, ¿por qué no? que lo haya hecho invadiendo el único carril que quedaba libre. Y así permaneció hasta las 11 de la mañana, cuando la retiró el trabajador Gerardo Vera Montero, quien declaró "es que no se organizan". Menos mal que Gerardo no estaba de vacaciones, sino quién sabe cuántas horas más habría sido afectado el tráfico. Tengo que decir que estas escenas me recuerdan las caídas de Homero Simpson: cuando parece que su peripecia fatal terminó, algo la empeora. Sólo que ahí sí es gracioso.

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