No entiendo la indignación por el uso del Zócalo como
estacionamiento durante el informe de Peña Nieto. Sí, que los vehículos de los
invitados especiales hayan sido estacionados en la plancha es una muestra más
de los privilegios que tiene la clase política –aquí y en China, cabe aclarar-,
pero si de todas formas estaba cerrada al público en ese momento, ¿qué más da
que se estacionen ahí o no? El viejo reclamo de que usen el transporte público
me parece de lo más aburrido, como si eso evitara las actitudes que realmente afectan a los ciudadanos, por
ejemplo la corrupción -palabra que apareció sólo una vez en el discurso del Presidente-. Recordemos que AMLO andaba en Metro mientras su hijo se
compraba tenis de 20 mil pesos, simple simulación. Por otra parte, la Plaza de
la Constitución ha sido sede de actos públicos de todo tipo desde hace casi 700 años, un día un sacrificio, otro un paseo de reconocimiento virreinal, más
tarde un concierto de Juan Gabriel y ahora estacionamiento. En lo personal, me
parece mucho más molesto cuando los maestros se plantan ahí durante meses, ¡ah!
pero como eso es a favor de sus 'derechos' y ellos no son de la élite, no se vale
reclamar. ¿No sería más útil preguntarnos si el estacionado es México y por qué?
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