jueves, 18 de septiembre de 2014

Bellos días

Dudé mucho hacerle caso al despertador que sonó a las 6:30 am. Lo acepté al pensar en el insufrible tráfico que me toca cuando salgo a las 8 o después. No sabía la sorpresa que me encontraría en el camino: un bellísimo amanecer, con los volcanes a contraluz en un cielo profundamente amarillo, el Popo exhalando. Inhalar y exhalar, ese proceso esencial y purificador que damos por hecho sin considerar que es un regalo permanente, mientras se tiene. Como la imagen del amanecer que se me perdió entre edificios antes de poderla fotografiar. Belleza fugaz. Alivia pensar que siempre está ahí aunque no sea siempre visible, a los ojos. Y recordar que esta caótica ciudad es también bonita e inspiradora. Un break al estrés y prisa cotidianos. Bueno ya, namasté...

1 comentario:

  1. Hemos tenido días hermosos ayer y hoy. Demasiado bonitos para verlos pasar tras las ventanas de las oficinas. Después de mucha lluvia llegó la calma. No he logrado ni me lograré acostumbrar a tal belleza...

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